
Ayer vinieron mis hermanos Juan, Gabriel con Ane y Martín, mi sobrino, más Borja, claro, ya que mi hermano Miguel está en Las Landas con la familia de su mujer Teresa.
El caso es que vinieron a regalarle una bolsa de palos de golf bordada, que pone: Mamá 4ever, cosa que a mi madre le hizo ponerse a llorar de emoción, y no entendía por qué semejante regalo. Le dijeron que la pidieron en enero por los regalos de Navidad que ella nos había hecho a cada uno.
Después de esto, una vez más, le puse música a Martín en la tv para bailar, y allí estuvimos bailando con él, tomando pastas con el café, en mi caso, un vaso de leche fría, que me encanta. Más tarde se fueron todos Gabriel, Ane, Borja y Martín, al parque a jugar con Martín, y yo me quedé en casa.
Más tarde les escribí, por el grupo de hermanos de WhatsApp, a ver si tenían plan de cena y me dijeron que iban a hacer picoteo en casa de Gabriel y Ane, y me apunté. Allí que fui, y, como suele decir mi madre, hay momentos que la vida me sonríe, que no son todo penas, ya que estuve super agusto en casa de Gabriel y Ane, con Martín y Borja, me sentí uno más con ellos, hablando normal sin ponerme nervioso, sin decir tonterías, sin interrumpir, escuchando y aportando, como debe ser. Y luego ya Borja se fue en coche para su casa, y yo a la mía andando.
Y hasta aquí el post de hoy.
Las opiniones en los comentarios del post. Y gracias por leerme.
Gracias por llegar al final. Si te ha gustado, comparte 😉