
Ahora que estoy inspirado voy a escribir en mi diario escuchando las nocturnas de Chopin, tocadas, como no, por la gran Maria Joao Pires, que creo recordar que es lo que me encandiló de la música clásica, estando en casa de mis tíos Fernando e Iciar, en el valle de Arán, cuando volvíamos de nuestras largas caminatas. Estando con ellos, tirados en el sofá, de relax, escuchando música clásica, la verdad que eran buenos tiempos. No había covid, no estaba lo de Rusia con Ucrania y eso era la paz. Como el título de una serie de fotos de Carlos Cánovas, un fotógrafo que me gusta mucho, y dice así: Séptimo Cielo. Os pondré el link de su web y el vídeo de las nocturnas que estoy escuchando.
Ahora mismo estoy esperando a que tenga posibilidad de volver a trabajar y de lo que estoy feliz es que un grano hace un granero, que vuelvo a salir de casa, pero no quiero que se convierta en no vuelvo a salir de casa por miedos. También una cosa que me estoy dejando en el tintero y que siempre digo que lo voy dejar de hacer y nunca lo dejo, es mis atracones nocturnos a la cocina, ya que cuando se van mis padres a la cama, y yo estar cerca de la cocina, siempre miro si esta todo apagado para entrar y comer todo lo que pille. Cosa que llevo bastante tiempo diciendo que voy a dejar. Es como la historia de que viene el lobo, pues lo mismo. También estoy pensando en volver a mis sesiones presenciales con mi psicoterapeuta Frades. Ahora que estoy más independiente, a ver si, por fin, llevo las riendas bien llevadas.
Espero ansiosamente, pero con miedo, que me toque el piso nuevo. Con mis miedos e inseguridades, cómo va a ser el piso, cómo serán mis compañeros, cómo me organizaré, no sé si nos dejarán muchas elecciones, es decir, decidir lo que queremos hacer, trabajar, estudiar o el hecho de que te administren económicamente, si puedes permitirte algún capricho que otro, o si tendré problemas con mis compañeros. Ojalá que haya buen rollo entre todos y todas.
Y hasta aquí el post de hoy.
carlos canovas septimo cielo click aqui
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