
Hoy hemos ido a Bakio porque mi abuela ha ido a pasar unos días a casa de mi tía Teresa. Para nosotros el ir desde San Sebastián no nos supone tanto y que ella vea a sus bisnietos era ya una visita obligada. Hemos ido todos los hermanos, mis padres y mi cuñada Ane Oraà y también se unió al plan mi prima Maria Baratech que estaba por Bilbao. Por supuesto que allí también estaban mis primos Iñigo y Gaizka que, en seguida, muy educadamente, han salido a saludarnos. De aperitivo hemos tomado una bomba de queso, tipo las que hacía mi tío Miguel pero más ligera, bastante buena, y cómo no, mi tía ha tenido el detalle de ponerme tónica de la buena. La verdad que ha sido estupendo.
Luego la comida ha sido improvisada entre todos, porque no habíamos reservado en ningún sitio el día anterior, y éramos 11 para comer, sin contar mis dos sobrinos pequeños Martin y Mateo. Al final hemos comido en el bar del batzoki que está muy bien. Hemos estado hasta las 5:00 de la tarde, más o menos, luego algunos querían ir al puerto (muelle) para andar un poco, y mi padre y yo hemos cogido el coche por si acaso se ponía a llover.
He estado tan emocionado por hacer algo distinto a lo de siempre que me he levantado a las 06:00 de la mañana, y me he duchado por la mañana para afeitarme el mismo día y que las niñas no me tuvieran miedo por mi barba, ya que Natalia me conoció con barba y no le hacía mucha gracia.
Y colorín colorado, como dice mi tío Alberto, este cuento se ha acabado.
Las opiniones en los comentarios del post. Y gracias por leerme.
Gracias por llegar al final. Si te ha gustado, comparte 😉