
Martes 10 de mayo, no es una fecha significativa para mí, bueno, igual sí, pero no puedo comentar nada al respecto.
Me acuerdo una vez que en la despedida de Juan, mi hermano, fuimos a Francia a un circuito de karts. Cuando me monté en ellos pesaba 100kg y era el único que no sabía conducir. Además, hice unos trompos, que vamos, que me tuvieron que remolcar varias veces. Teníamos que levantar la mano para que nos remolcaran. Recuerdo que siempre iba detrás de mis hermanos y Myri, mi cuñada, a todo trapo. Nos dio caña a todos. Me recordaba al Mario Kart porque yo me iba quedando atrás y creo que me pasó varias veces. Al acabar la ronda había que aparcar los karts, y claro, eran franceses y no les entendía. Y mis hermanos gritando: Marcos, Marcos; que me levantase para que el operador pudiera aparcar el kart. Luego ya no volví a meterme, salí en la siguiente ronda junto con mis cuñadas, mientras mis cuatro hermanos se quedaban haciendo otra ronda. Juan, mi hermano, se puso a adelantar como si fuese un piloto de fórmula 1, tanto que se vino arriba.
Después dimos una vuelta por San Juan de Luz y de allí nos fuimos a casa de mi hermano a cenar un VaBene, que pedimos para llevar, que es un sitio muy conocido de hamburguesas en Donosti.
Y en el siguiente post os cuento la despedida de Miguel y Teresa.
Las opiniones en los comentarios del post. Y gracias por leerme.
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