
Como hace mucho que no escribo voy a escribir en mi diario.
Recuerdo una vez, en Madrid, que estábamos, como siempre, alojados en casa de mi abuela y me asomé a la ventana, vi que había niebla, me lo pensé un par de veces de qué hacer y me fui a hacer fotos. Me puse mi mega trenka, mi gorra y mi bufanda, y me fui hasta las cuatro torres, bajando por la avenida hasta llegar a un punto en el que ya quería volver a casa. Como no había un cajero cerca para sacar dinero pregunté al grupo de primos, que muchos son de Madrid, a ver si el bus se podía pagar con el móvil y me dijeron que sí. Por si acaso le pregunté al chófer del bus y me dijo que probara porque a veces el sistema fallaba, pero tuve suerte que pude pagar.
Y hasta aquí el post de hoy.
Las opiniones en los comentarios del post. Y gracias por leerme.
Gracias por llegar al final. Si te ha gustado, comparte 😉