
Otras navidades en casa. Están resultando unos años como jamás habríamos previsto que iban a pasar, con lo de la covid, porque parece que no volvemos a la normalidad. Cada vez que pasa el tiempo y me veo que me estoy haciendo más mayor y, aunque no lo parezca se me han pasado la adolescencia y la infancia, creo que me he perdido muchas cosas, como, por ejemplo, ir a mi primer cotillón de nochevieja, tener amigos con quien salir de juerga, pero para…pienso que no hay nada que me quite la ilusión que, aunque lo ponga por escrito, es seguir viviendo, porque la vida es un buen regalo que debiera aprovechar al máximo, pero lo escribo como cuando se dice de boquita para dentro.
Hoy por ejemplo, mi hermano Borja, que ha dormido en casa, porque el 24 y 25 se queda aquí a cenar y a comer, me ha dicho para salir a dar una vuelta, y yo me digo, qué pérdida de tiempo, me quedo en casa poniendo la excusa de que hay covid. Pero sí, me parece que estoy perdiendo el tiempo entre cuatro paredes y no hago nada por evitarlo. Estoy con mi psicoterapeuta Frades como si tuviera manos mágicas, o en su caso palabras mágicas, para que yo me encuentre mejor, y salga a la calle sin miedos, sin inseguridades y demás.
También echo de menos a mis compañeros del curro que siempre me sacaban una sonrisa, sobre todo Alex, no porque fuera dj, que siempre lo quise ser, si no por el hecho de que conectamos bastante bien, ya sea hablando de música o de otros temas. También echo de menos a la revolucionaria Maria, que es la que me supervisa en el trabajo y me ayuda a organizarme, a Álvaro que ya no está en el equipo, por su abrazos y esa sonrisa porque, aunque parecía que siempre estaba con algún problema, sabía llevarlo lo mejor posible por fuera, a Gonzo por depositar en mí la confianza laboral, a Martina por esas charlas que tenemos de trabajo o no sean de trabajo, a Borja, el del curro, que siempre estaba al pie del cañón.
Estos días también echo de menos a la familia, están siendo unas navidades raras, como por ejemplo a mis tíos y tías, primos y primas, las risas que nos echamos en el caserío, lo del horno… También se echa muy en falta a la familia por parte de mi padre con sus cánticos navideños y su buena conexión.
Y ojalá que todo siga como antes, sin restricciones, sin mascarillas en ningún sitio, tanto interior como exterior, sin tener que lavarnos las manos cada vez que entramos en cualquier sitio, sin tener que hacer corrientes por la covid…
Por una vida digna como la de antes.
Y hasta aquí el post del 25 de diciembre, fun fun fun.
Las opiniones en los comentarios del post. Y gracias por leerme.
Gracias por llegar al final. Si te ha gustado, comparte 😉
Hola Marcos. He leído tu blog como siempre. Que ilusión tus palabras. Te mando un abrazo enorme. Cuídate mucho. Feliz navidad amigo
Igualmente Alvaro feliz navidad y feliz año neuvo
Muy bueno Marcos.
Un fuerte abrazo.
FRAN
gracias Fran me alegra que te guste