Ayer estuvimos de visita en Zarautz para ver dos exposiciones. Una era del Zarautz de los años 70 y la otra de Koldo Badillo titulada Windows and Mirrors. La primera me gustó mucho ya que era del Zarautz antiguo, con esa especie de casas y chalecitos bajos y con aquellas carreteras de antaño. Las composiciones bien hechas y sencillas me recordaban a alguna foto de las que hacía mi padre, de casas viejas y cosas por el estilo. También me recordó un poco a Carlos Cánovas que para mí es un fotógrafo que en sus series sus composiciones están bien ordenadas y las que son en blanco y negro está bien procesado, es como si la perfección existiese.
Ese mundo que a mi padre le gusta mucho en ese tipo de fotos y que también me lo ha pegado un poco a mí. Recuerdo la última vez que estuve en Galicia, este verano pasado, que al ver la casa que habían alquilado mis hermanos, con una parte medio derruida, me puse como una moto porque quería hacer fotos dentro y allí que les pedí permiso a mis hermanos. Me fui con el trípode pero sin el plato, y yo histérico llamé a todo correr a mi padre para que me trajese el plato del trípode, que es lo que se pone debajo de la cámara para que ésta se sujete a la rótula del trípode, que es la parte desde donde se dirige la cámara. Y cuando me trajo el plato, me dijo: Marcos haz las fotos tranquilo, porque me veía como una moto y allí me quedé haciendo fotos de la casa.
Y de la exposición de Windows and Mirrors, me gustó mucho por su originalidad en formato cuadrado, y la manera que el propio Koldo tiene para jugar con reflejos, luces y sombras.
Del Photomuseum volvimos al coche y nos pusimos rumbo a Donosti por la carretera nacional, como era de esperar, viendo los paisajes verdes y frondosos junto al río Oria, en pleno brote por el comienzo de la primavera.
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A ver sivienes por aquí a ver la primavera. Hay algunos rincones espectaculares, aunque no tan ordenados. 😉