
Hoy es el cumple de mi hermano Juan, que es 1 año mayor que yo. No voy a escribir agradecimientos ni nada por el estilo. Recuerdo que cuando éramos pequeños solíamos ir a un club de tiempo libre llamado Txindoki, y allí había planes de mi nivel, porque en ese club tenían los niveles por edades. Sin embargo, cuando era su cumple solía hacer el mismo plan que los de su nivel, porque Juan siempre que celebraba su cumpleaños lo pedía. Y yo, como no, me lo pasaba pipa con los de 1 año mayores que yo.
Aparte de eso Juan siempre me ha defendido en el colegio cuando eramos unos niños. Yo, a veces, también intervenía cuando se metían con él, sobre todo cuando nos cambiamos a otro colegio más grande donde había gente bastante maleducada. Me fastidiaba que se metieran con él, porque es mi hermano.
Eso me hace recordar a sus dos hijas Natalia y Sofía, que el otro día en donde comimos después de ir a Chillida Leku había unos columpios y ellas estaban jugando. Una niña se les acercó para quitarle el columpio a Sofía y allí tuvo que ir Natalia a todo correr para decirle a la niña que ese columpio era de su hermana.
Ahora os voy a contar una anécdota bastante graciosa que a mí no me importa contarla, la verdad. Un día que mi hermano Juan había estado de fiesta llegó a casa y se metió a todo correr en la litera, él dormía arriba y yo abajo. Mi hermano tenía tantas ganas de hacer pis que empezó a mearse en la cama, y claro, como yo estaba debajo me cayó todo encima, y mi madre me preguntó: ¿qué ha pasado Marcos, te has hecho pis?, y yo le dije que sí: me habré meado. Juan el muy listo, se calló y le entró la risa, aunque luego dijo que había sido él. Cosas de hermanos. Y aquí lo dejo hoy.
Las opiniones en los comentarios del post. Y gracias por leerme.
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