El de hoy va a ser un post especial ya que he decidido abandonar mis estudios de la EPA. No lo hago por pereza o por vagancia sino que me doy cuenta de que mi discapacidad me supone una limitación a la hora de pensar y de hacer ciertas cosas que le requieren mucho esfuerzo a mi cabeza. Me cuesta mucho procesar y encontrar la lógica a todo lo que estoy estudiando y creo que en esta vida hay que saber cuales son los límites de cada uno. Tengo una discapacidad por un trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) aunque eso no quiere decir que no pueda hacer muchas cosas. Claro que puedo, pero el tema de los estudios creo que no es lo mío. Sé que el trabajo que estaba haciendo últimamente como fotógrafo lo puedo hacer. Hay que aprender dónde está el lugar de cada uno.
Por ejemplo, ayer estuve con mis sobrinas y mis hermanos y estuve encantado, aunque llegué tarde, me entretuve en el ordenador arreglando una de mis fotos y, al final, tuve que levantar a mi padre de la mesa de un bar, donde se estaba tomando algo con mi madre, para que me acercara en coche a casa de mi hermano Juan. Esos pequeños detalles son por mis nervios, inseguridades, o bloqueos.
Creerme que con los estudios voy a poder alcanzar un nivel superior, pues no. Para los estudios me falta concentración, también algo más de lógica, y claro, yo no tengo esas cualidades. De eso me di cuenta ayer por la tarde, después de comer; estaba disfrutando con mis hermanos y cuñadas, sobrinos y sobrinas, qué más podía pedir. Con tener una casa donde vivir, tener agua caliente, una cama donde dormir y un trabajo adaptado a mi medida no puedo estar más feliz.
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